Únicamente la palabra libertad tiene el
poder de exaltarme
Queda la locura, la locura que solemos
recluir, como muy bien se ha dicho. Esta locura o la otra... Y, en
realidad, las alucinaciones, las visiones, etcétera, no son una fuente de
placer despreciable
Si las profundidades de nuestro espíritu ocultan
extrañas fuerzas capaces de aumentar aquellas que se advierten en la
superficie, o de luchar victoriosamente contra ellas, es del mayor interés
captar estas fuerzas. (…)Freud ha proyectado
su labor crítica sobre los sueños, ya que, efectivamente, es
inadmisible que esta importante parte de la actividad psíquica haya merecido,
por el momento, tan escasa atención (…) Quisiera dormir para entregarme a los
durmientes, del mismo modo que me entrego a quienes me leen, con los ojos
abiertos, para dejar de hacer prevalecer, en esta materia, el ritmo consciente
de mi pensamiento. (…) Creo en la futura armonización de estos dos estados, aparentemente
tan contradictorios, que son el sueño y la realidad, en una especie de realidad
absoluta, en una
sobrerrealidad o surrealidad, si así se puede llamar.
SURREALISMO: sustantivo, masculino. Automatismo psíquico puro por cuyo
medio se intenta expresar verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el
funcionamiento real del pensamiento. Es un dictado del pensamiento, sin la intervención
reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral.
Pero ya ha habido muchos surrealistas antes de todo esto: Sade es surrealista en
el sadismo, Hugo es surrealista cuando no es tonto. Poe es surrealista en la
aventura; Baudelaire es surrealista en
la moral, Rimbaud es surrealista en la vida práctica y en todo, Mallarmé es
surrealista en la confidencia… Y también pintores como Gustave Moreau, Matisse (en «La
música», por ejemplo), Derain, Picasso (el más puro, con mucho),
Braque, Duchamp, Picabia, Chirico (admirable durante tanto tiempo), Klee, Man
Ray, Max
Ernst y, tan próximo a nosotros, André Masson.
El surrealismo os introducirá en la muerte, que es una sociedad
secreta. Os enguantará la mano, sepultando allí la profunda M con que comienza
la palabra Memoria. No olvidéis tomar felices disposiciones testamentarias: en cuanto
a mí respecta, exijo que me lleven al cementerio en un camión de mudanzas. Que
mis amigos destruyan hasta el último ejemplar de la edición de Discurso
sobre la Escasez de Realidad.
(Sobre la escritura automática) Escribid deprisa, sin tema preconcebido,
escribid lo suficientemente deprisa para no poder refrenaros, y para no tener
la tentación de leer lo escrito. La primera frase se os ocurrirá por sí misma,
ya que en cada segundo que pasa hay una.
André Breton (1924)
No hay comentarios:
Publicar un comentario